(Crítica a la nota de “Losblogueros se subieron al caballo por izquierda y pretenden
bajarsepor derecha” de Demián Selci en Agencia Paco Urondohttp://www.agenciapacourondo.com.ar)
Los blogeros fueron incorporados a través de la lógica soldadesca (y limitada) de la empresa mediática oficialista, que absorbe la contracultura solo si cumple con el requisito de ser mas forma que contenido, porque así la forma queda como reconocimiento del estilo y el contenido se cambia por otro más acorde con la defensa del todo (monopolio comunicacional del estado o de la empresa privada, si bien el segundo es infinitamente más poderoso, la lógica de incorporación de la contracultura es la misma)
Pongo como ejemplo el discurso de Lucas Carrasco, que siempre fue más provocador por lo ornamental de las puteadas que profundo por su contenido crítico. No había una posición política en Carrasco, su simpleza es también, y esto era totalmente evidente, su falta de un centro ideológico, o para decirlo con más claridad, cuando un discurso es pura provocación, puro ornamento o forma (como»sigan mamando”), es porque su centro es no tener centro. Si Carrasco puede girar a la derecha, es porque nunca estuvo a la izquierda, y es por demás hipócrita que la misma estructura productiva de discursos oficialistas, que exige como requisito la ausencia de un centro ideológico (porque es necesario desplazarlo por el centro de la estructura misma, por la obediencia debida y obsecuente de la posición ideológica de la estructura productiva) le recrimine luego que giro a la derecha.
La lógica para incorporar los discursos de un Carrasco a la «trinchera» mediática oficialista fue la misma de la gran empresa. Se incorpora primero por la cantidad de gente que lo sigue y después porque su creador está dispuesto a manifestar simpatía por el modelo de forma declarativa. Solo así se entiendeque fragmentos televisivos o declaraciones radiales de personajes funestos como Jorge Rial y Moría casan, simpatizando con la figura presidencial y el modelo,sean levantados y expuestos en la vidriera oficialista de programas como «Seis,Siete Ocho,» o «Duro de Domar». Basta la mágica manguera de la declaración pro modelo, pro cristina, para borrar un prontuario reaccionario y conserva, y se construye una vidriera con gente que están puestas allí, precisamente porque no tienen convicciones. Solo así se entiende un Osvaldo Barone, o lo que es peor, solo así se entiende que Florencia Peña haya sido columnista y vocera del gobierno en Tiempo Argentino, el diarioemulador de Clarín.
Nodefiendo a Carrasco, jamás le tuve simpatía, todo lo contrario. Para mi es la exaltacióndel reviente como rebelión contra el sistema, lo que es un contrasentido, porqueel reviente es una experiencia promovida por el sistema que estimula el consumode lo que te revienta, así que reventarse no es contracultural, es consumocalculado. También porque a falta de profundidad, Carrasco es pura provocación,y la pura provocación puede tener momentos críticos brillantes, pero no hacenada con ellos porque busca simplemente eso, el momento fugaz del brillo, nosostener en el tiempo su tenue iluminación, para lo que se necesita desarrollo,para el desarrollo se necesita profundidad analítica, y para la profundidad analíticase necesita menos reviente. Ahora bien, el carácter volátil de Carrasco yaestaba contenido en su estilo, y hasta me arriesgo a decir que era su estilomismo, o al menos su impronta fundamental. Un anarco popular que tiraba dardosa la oposición mediática mientras guiñaba un ojo a la gestión kirchnerista; untira bombas en dirección al bloque opositor y su guardia de periodistasorgánicos. El problema (si hay un problema) es que si hacemos coextensivo alfenómeno blogers la receta de Carrasco, tenemos que el estilo de la formaimpera por sobre el contenido, y entonces el “cómo” es más que el “que”. Elestilo es proyectivo del contenido, lo ubica frente a su público por las marcasparticulares de su estilo. Pero el puro estilo es vacuidad, fuga del contenidofrente a la forma, y en tiempos donde lo espectacular reina, la letra y lapalabra se convierten en imagen espectacular, pura iconicidad del estilo. Enlos blogeros había mucho de esto, y era en parte la razón de su éxito parcial.
Antes que hablar de traición, hay que entender cómo funciona la máquina cultural del oficialismo. Los usos de la lógica de selección, cooptación o producción, de los monopolios de la Info-comunicación, en base a las cuotas de audiencia, funcionan para Clarín pero no para el gobierno. La técnica del artesano lleva en sí al artesano, al punto de que el artesano es su técnica. Las técnicas selectivas de la empresa info-comunicacional llevan en si la lógica del negocio info-comunicacional, que despliega operativamente todas las estrategias de la espectacularización de los discursos. E ahí el límite de la contracultura que quiere ser más fuerte que la hegemonía reinante: ser como el otro nos convierte en el otro, nos da su fuerza y su potencia al costo de perder aquello que nos diferenciaba, y con ello, el sentido de la acción primera que fue enfrentar al discurso hegemónico en tanto éramos lo opuesto, o al menos, algo distinto.
Como la aceptación mayoritaria del oficialismo se construye mediante el poder político del movimiento y no mediante la formación de la opinión pública a través de sus medios afines, se puede creer lo contrario. Sobre todo porque el empresario devenido en guardián del discurso mediático oficialista vende esta falacia, y es el por qué de los continuos traspiés del oficialismo en el campo de la comunicación. No es culpa del empresario, es culpa de quien lo colocó enun puesto que no le es del todo adecuado, ya que el empresario se rige con la lógica de la empresa informativa privada (espectáculo, cuotas de audiencia, homogenizacióny estandarización de los productos), además, como broche de oro, se lo consagra como el defensor y promotor del discurso oficialista, lo que le obliga como gerente estatal que es, a plasmar los símbolos reconocibles del oficialismo de manera ostentosa, so pena de que dejen de girarlos fondos necesarios para seguir con la empresa informativa.
Esto lo pone en la tarea imposible de tener que dar forma a un discurso que sea homogéneo y heterogéneo a la vez, masivo y sectario, contra lo que solo puede promover un discurso chato plagado de buenas miradas sobre la gestión que seguirá los pasos del poder político pero que jamás marchará por delante. Allí donde el poder político del gobierno no entra, tampoco lo hace el poder mediático.
Para concluir, volviendo al Caso Carrasco, el sinceramiento no es sincericidio,se puede admitir que a Carrasco le fue funcional (por un tiempo) la maquina cultural oficialista, y a la maquina cultural oficialista le fue funcional Carrasco por un tiempo, lo que se dice un buen matrimonio corto (los hay peores). Pero no se puede salir a criticar al prohombre justicialista que asume Carrasco sin criticar también la maquina espectacular que lo incorporó y soportó hasta hace muy poco tiempo. Dicha máquina tiene sus filtros, no es de puertas abiertas,entran solo los elegidos. Si la máquina espectacular no supo ver que en la actitud del tirabombas siempre hay una inquietud anárquica que termina revelándose a todo, incluso a la estructura que lo cooptó, es un problema a resolver, no a esconder bajo el concepto simplificado de Traición.
Y digo, hay que resolver porque la estructura tiene una fuerza centrifuga para los críticos y centrípeta para los obsecuentes y esto es importante pensarlo. Lanata no gana porque sea la manifestación visual del poder monopólico del grupo Clarín, Lanata se impone porque la estructura que debería hacerle frente se organiza eliminando el pensamiento crítico que podría reorganizarla efectivamente contra el poder del monopolio Info-comunicacional.
Sebastian Borreani
@sborreani
Editor en www.larevistadesaavedra.com.ar
Director general de www.sentidocreativo.com.ar